¡Basta, terminemos con esto!
Mucha parte de los castigos que Dios envía a los pueblos, vienen de esos crímenes ocultos del altar, de esas Misas sacrílegas en que viene el Cordero a ser desgarrado, no tan solo en el sacrificio incruento del altar, sino en el sacrificio de mi corazón herido. ¡Y esto es tan frecuente! (Conchita Cabrera de Armida)
Twenty Twenty-Five
Designed with WordPress